jueves, 19 de agosto de 2010

El Jade es más duro que el diamante

http://www.thebigidea.co.nz/show/pictures-paintings/60039-conversations-mayan
Se muestra a un noble en conversación con un enano, que fue considerado un intermediario entre los dos mundos, el visible y el invisible.

El jade se conoce desde hace más de 5000 años. Su belleza ha sido utilizada para la creación de toda suerte de objetos decorativos u ornamentales y amuletos aptos para afrontar riesgos y enfermedades. Su característica dureza, por otra parte, ha fomentado su uso en armas y herramientas.
Entre el 1005 y el 221 a. C. se lo empieza a utilizar en China para el tallado de los diamantes.

El Jade se compone de dos tipos diferentes de rocas, “Nefrita y Jadeita“, esta ultima es la que mas variedades de colores tiene, así como mayor dureza, encontrándose solo en 4 lugares del mundo: Burma (California), Japón y Guatemala.

La Nefrita es el llamado Jade Chino. El color del Jade es siempre blanco, y las variaciones de colores que presenta se deben a su combinación con minerales, resultando así jades verdes, negros, lilas, marrones, dorados, rosas, celestes, amarillos, etc.

El Jade Negro es la roca más difícil de encontrar. Muy utilizado por los Mayas para sus rituales. Los chinos también lo revistieron de un gran poder mágico.

El Jade Verde es el más común; los Mayas le atribuían el poder de la “fertilidad y la abundancia“, el verde oscuro era el elegido para la confección de amuletos.

Recibía en China el nombre “Yu” (significa “Tesoro”). Su simbolismo se asociaba a la nobleza de la personalidad, cuyos atributos son la “Perfección y la Longevidad“

En China y Japón el jade representa el esperma seco del dragón o “la piedra del cielo”.

Con una idea algo más utilitaria, pero no por ello menos poética, los Mayas la consideraron “la piedra de la creación” uniéndola a todo tipo de vasijas, ornamentos y armas.

En Asia, los herederos de antiguas tradiciones siguen llevando amuletos que les proporcionan poder, larga vida, inmortalidad y pureza de pensamiento.

Esotéricamente, el jade se considera un “armonizador de energías” tanto de las humanas como la de los ambientes en que habitamos.

El efecto armonizador permite la “limpieza de energías” por lo que se considera absolutamente idóneo para dicha función en cualquiera de los chakras, traduciéndose en tranquilidad y calma de espíritu.

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